miércoles, 15 de marzo de 2017

Reciclando cajas de gambas

A lo largo del tiempo he guardado algunas cajas de gambas, y otros crustáceos, y sobre todo, mi cuñada me surte de vez en cuando de algunas.
Por su tamaño, se pueden adecuar a múltiples usos.
Las lavo bien para quitarles los restos de marisco, y sobre todo el olor. Las dejo en agua con unas gotas de legía, y las froto con un cepillo de cerdas duras.
Las dejo secar bien, las lijo, y les doy pintura satinada. una, dos o tres veces, según lo que necesite, lijando entre una y otra capa de pintura, y al final doy baniz mate transparente.
Entre la última capa de pintura, y antes del barniz, con unas sevilletas, que creo recordar, son de Ikea,  con la técnica de estarcido, las recorto, y coloco de diferentes formas según me apetece.
Como yo no tengo un cuarto específico para las manualidades, normalmente las hago sobre la mesa de la cocina.
Hice algún bote de patatas fritas haciendo juego con las cajas de gambas.
Como alguna de las cajas tenía una destinataria concreta, les puse el nombre, con letras que se pegan por presión, y que rodaban por casa resto de alguna compra de las de "por si acaso".
Las he regalado con ropita para bebes, Las pequeñas con patucos, y las grandes con peleles o cosas parecidas.