jueves, 3 de diciembre de 2015

Cajas de madera para pintauñas

Encontré unas cajas de madera muy viejas y rústicas, sin pintar. 
Durante décadas han estado en un patio a la intemperie y conteniendo todo tipo de tornillos oxidados y otros cachivaches.
Después de una limpieza importante donde fueron a la basura sacos y sacos de todo...salvé estas cajitas, sin saber muy bien para que las iba a destinar.
Teniendo una hija adolescente con un buen número de pintauñas, el contenedor de estos se había quedado pequeño hace tiempo, así que pensé en hacer uno nuevo, y ese ha sido su destino.
Las lavé bien y lijé someramente, pues quería que se notara lo rústicas que eran.
Pinté las dos en blanco frío, con una plantilla de estarcido para la pequeña y para la mayor unos sellos, los adornos van en gris. Lijado suave y barniz incoloro y mate.
Las dos en igual estilo, aunque solo una iría a la vista y sabía su destino. 
La segunda y más pequeña de momento es un comodín.
Como el contenido ya llevaba mucho color, quise hacer el continente muy sencillo y neutro.

Seguramente una buena parte de los pintauñas se secarán, es imposible usar ni la mitad. Yo casi nunca me pinto las uñas, y la adolescente lo hace a menudo con esos colores imposibles.
Pensé que me sobraría sitio, pero no ha sido así.
Estoy mirando manualidades que se pueden hacer con este tipo de esmaltes, para en un futuro próximo aprovecharlos.
 Espero que así estén todos juntos y no cada uno por un sitio, como los tiene a veces, con lo que nunca encontraba el que buscaba.






sábado, 7 de noviembre de 2015

Bastidor

Estamos en la época del blanco roto, todo se pinta en ese color.
Como mucho hay variantes en grises, verde agua, y algún otro, pero el dominante sigue siendo el blanco roto.
Yo tampoco he podido resistirme a esto y he pintado unas cuantas cosas en esos tonos. Pero no quiero pasarme, porque una ya tiene unos años y sabe que las modas son pasajeras.
Hoy contemplo un baúl pintado hace siglos y ¡cuanto mejor estaría con su aspecto original¡. Así como bandejas, marcos y otros cachivaches en color verde botella, marrón, granate, que se llevó la década pasada y que hoy miramos con desdén.
Encontré en el rastro un viejo bastidor, y aunque ya tenía en casa otros más pequeños, antiguos, no pude resistirme.
Venía vendado como si hubiese estado herido en mil batallas. No toqué las vendas.
Como la madera estaba un poco ajada la pinté en un blanco indefinido, quizá tirando algo a gris.
No quise decaparlo, ya tengo muchas cosas en casa, que por su uso normal tienen ese aspecto decapado y añejo.
Le puse una tela de velo, (que me regaló una amiga que posee muestrarios), con la intención de clavar en ella viejas alfileres de sombreros de 1910, de las que tengo una pequeña colección.
Para las fotos he usado unicamente un grupito de cabeza de cristal. Las grandes alfileres de sombrero fueron muy populares a principios del siglo XX para sujetar los inmensos sombreros que lucían las señoras.

jueves, 29 de octubre de 2015

Juguetes de cocinitas vintage

Hoy en el rastro he encontrado una caja con juguetes de niña, para jugar a cocinitas.
Reconozco que el aspecto no es muy atractivo
Están todos oxidados, muchos doblados, y lamentablemente al intentar desdoblarlos se rompen, son muy frágiles.
Cuando los vi, y después de pensármelo un poco, y regatear otro poco, me los llevé. No sé que voy a hacer con ellos, pero estaba segura de que si no los cogía me iba a arrepentir.
Hay piezas repetidas innumerables veces, otras dos o tres, y alguna de ellas es única.
Los más frecuentes son una espumadera, otro igual que la espumadera, que no sabría como llamar, sartenes de tres tamaños, machetes, bandejas de horno y anillos
Son únicas unas tijeras, una navaja, una bandeja, dos ralladores.....
Abajo ven una vista general de la mayoría de los elementos.
Algunos que he desboblado, con distinta fortuna. Bastantes se rompieron.
Para quitarle el óxido mi primera opción ha sido meterlo en zumo de limón. 
Así iré haciendo con las distintas piezas. Arriba sin limón y abajo con el zumo. De momento no hay mucha diferencia.
Tal vez ustedes puedan darme alguna idea para quitarles el óxido. También me han dicho que los meta en coca cola. Lo haré.
Los anillos son los que más se rompen al tratar de desdoblarlos. El metal es fino como el papel, y los anillos se deforman mucho más fácilmente que el resto que son planos.
Si se les ocurre que manualidad se podría hacer con ellos, como se pueden usar, agradezco sugerencias, ideas.
Hay otras piezas tridimensionales que parecen muebles de cocina. 
Una minicartera de cuero y una bandeja, además de un único anillo diferente al resto.
En cartón lo que ven abajo.
Y esto es más o menos el resumen de mi compra de esta mañana.


















domingo, 18 de octubre de 2015

Como hacer fundas de abanicos

Tengo una pequeña colección de abanicos antiguos, y desde hace tiempo pensaba en hacerles unas fundas sencillas para guardarlos y protegerlos del polvo.
Busqué entre los trozos de tela que han ido quedando de otras labores. Quería algodón, telas claritas, blancas o beis...y encontré unas cuantas sin buscar mucho.
El patrón lo hacía colocando sobre un papel el abanico, dejando un margen lateral, y añadiendo en la parte superior un trozo para la vuelta en uno de los trozos, que hará de tapa sobre el trozo pequeño.
En alguna de ellas la tapa se queda corta, pero la tela no daba para mas...
Los adornos son variados, con objeto de diferenciar los abanicos que contienen en un primer golpe de vista.
Algunos solo tienen una cadeneta en hilo para ganchillo. que sirve también para fijar las vueltas de las telas.
Cosidos a máquina los laterales de las dos piezas y a mano la tapa.
Las más sencillas son las que ven abajo, sin tapa, y con una tela como las que se usan en los trajes de carnaval de los niños.
Hay otras cuantas, pero creo que con estas se hacen una idea. Para cerrar las tapas, en los de tela, puse corchetes transparentes, y los adornos de las esquinas ocultan las puntadas.
La funda negra está realizada en paño de batán. en este caso es mucho más dura y fuerte, pues la quería resistente para llevar en el bolso y proteger el abanico de los constantes movimientos del bolso y de las otras cosas que todas llevamos habitualmente en su interior.
Hice otras tres iguales, para regalar con unos abanicos actuales que llevó mi hija a EEUU como "Tipical Spain".
No lleva corchetes para cerrar la tapa, no se si se ve bien en las fotografías, lleva una trabilla por debajo de la cual pasa la tapa.
En este caso, como el paño no deshila va cosido sin costuras internas, hice picos con unas tijeras y sirven de adorno.